AIKIDO

Maestros del Aikido

Kenzo Miyazawa

El querido maestro de Palma-Sensei fue el introductor del Aikido en la Argentina.Un gran espíritu guerrero que acompaña las prácticas en el tatami de todos los dojos de la Organización Argentina de Aikido.

El maestro Kenzo Miyazawa nació en 1937 en Chiba -Japón- en el seno de una familia tradicional con fuerte influencia marcial. A los 11 años inicia la práctica del Kenpo para posteriormente estudiar Judo y Esgrima Japonesa en la escuela Katori Shinto Ryu. Comienza la práctica del Aikido bajo la enseñanza de Morihei Ueshiba cuando ingresa a la universidad en Tokyo.
Se licenció en Ciencias Económicas y en 1964 viajó a la Argentina, donde se radicó de forma definitiva. Inmediatamente comenzó con la enseñanza del Aikido, introduciendolo de esta manera en nuestro país. Al principio solo enseñaba Aikido como método de defensa personal en el dojo de Yamamoto Sensei, pero en 1965 inicia la enseñanza en el Instituto Kumazawa y en 1968 comienza a enseñar Taidokai Kenpo, estilo del que fue el creador. Simultáneamente estudiaba Karate Do Shotokan con Itaya Sensei para graduarse como 2do dan.
Durante varios años dio clases en distintos institutos hasta que en 1981 inauguró su propio dojo en la zona de Olivos para la enseñanza de Kenpo y Aikido. En 1992 funda la Asociación Argentina de Taidokai Kenpo.
Miyazawa sensei obtuvo la graduación de 7mo Dan Shihan de Aikido. Fue vicepresidente de la International Aikido Federation (IAF), Presidente honorario y asesor técnico de la Asociación Argentina de Aikido, Vicepresidente de la Federación Latinoamericana de Aikido y representante del Comité Ejecutivo de la Federación Mercosur de Aikido. Además de dar clases en Argentina dictaba también seminarios internacionales en países como Chile, Brasil, Panamá, Gran Bretaña, Polonia, Escocia, Holanda e Israel.
Fallece en su hogar luego de una grave enfermedad el 5 de octubre de 2003. Emprendiendo su espíritu guerrero de esta manera un nuevo camino.
En Argentina, cada vez que pisemos un tatami, su presencia será sentida con fuerza y será honrada con nuestros corazones completos.